Su objetivo es estandarizar el etiquetado y promover la identificación de los medicamentos que se van a administrar a los pacientes durante la anestesia y de las vías de administración de riesgo, con el fin de prevenir errores de medicación.
Incluyen la adopción del código de colores estándar para el etiquetado de las jeringas en anestesia recomendado en la Unión Europea y empleado en otros países. También recogen unas indicaciones básicas para el etiquetado de otros envases (bolsas, frascos, etc.) con medicamentos inyectables que se administran en este ámbito, así como unas recomendaciones para la diferenciación de las vías de administración de riesgo.