Recomendaciones de prácticas seguras en la conciliación de la medicación en pacientes crónicos

Diversos estudios han puesto de manifiesto que durante las transiciones asistenciales se producen numerosos errores de medicación por fallos en la comunicación sobre los tratamientos que reciben los pacientes. En nuestro país, hasta un 86,8% de los pacientes pueden presentar algún error de este tipo al ingreso hospitalario y hasta un 63% al alta. El riesgo de error resulta ser mayor conforme aumenta el número de medicamentos que toman los pacientes y el número de patologías crónicas, por lo que los pacientes crónicos polimedicados presentan un riesgo incrementado. Estos errores pueden llegar a causar daños y tener un alto impacto, especialmente en los pacientes y familiares.

La conciliación de la medicación es una práctica de seguridad que se ha desarrollado con el objetivo de mejorar la comunicación y reducir los errores de medicación en las transiciones asistenciales, y así garantizar que el paciente recibe en cada momento la medicación correcta a lo largo de todo su recorrido asistencial. Es un proceso estructurado y multidisciplinar, que implica tanto a los profesionales sanitarios como a los pacientes y sus familiares o cuidadores, para lograr que la información que se transmite sobre la medicación en los puntos de transición sea precisa, completa y segura. Organismos de todo el mundo, incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomiendan implementar esta práctica y han desarrollado guías y herramientas para fomentar su establecimiento en los centros sanitarios.

En España, el Ministerio de Sanidad en 2019 elaboró un documento de consenso sobre “Recomendaciones de Prácticas Seguras en la Conciliación de la Medicación al Alta Hospitalaria en Pacientes Crónicos”, con la colaboración del ISMP-España. Se priorizó el alta, por ser un punto crítico en la continuidad de la medicación, donde los errores en la información proporcionada a los pacientes y a los siguientes profesionales que les atienden, sobre la medicación que tienen que continuar tomando, tienen una gran repercusión clínica, al estar el paciente en su domicilio sin la supervisión de personal sanitario.

La atención primaria atiende de forma integrada y continua a los pacientes, coordinándose con otros ámbitos asistenciales. Por este motivo, es esencial que la conciliación de la medicación se realice de forma adecuada en las transiciones asistenciales con la atención primaria para asegurar una continuidad asistencial de calidad y segura.

Con el fin de disponer también de unas recomendaciones consensuadas en el Sistema Nacional de Salud para abordar la conciliación de la medicación en la atención primaria, se elaboró otro documento específico de “Recomendaciones sobre conciliación de la medicación en atención primaria en pacientes crónicos”.

Ambos documentos recogen recomendaciones y prácticas que están articuladas en cuatro secciones: 1) organización, recursos, responsabilidades y formación; 2) proceso de conciliación de la medicación; 3) participación del paciente y familiares o cuidadores; y 4) evaluación y seguimiento del proceso. También señalan que la conciliación debe aplicarse junto con otras prácticas seguras, como la revisión sistemática de la medicación.

Estos documentos de consenso pretenden impulsar el desarrollo de intervenciones e iniciativas que trasladen a la práctica asistencial las medidas propuestas, y de esta forma contribuirr al logro de los objetivos planteado en el tercer reto “Medicación sin daño” de la OMS.